Alfred Jodl

Alfred Jodl (Würzburg, 10 de mayo de 1890 - Nuremberg, 16 de octubre de 1946) fue un general alemán. Fue Wehrmachtführungsstabes Chef (Jefe de Gabinete) de la OKW durante la Segunda Guerra Mundial.

Alfred Jodl nació en Würzburg, en Baviera, de una familia de tradición militar - su padre y su abuelo fueron oficiales de caballería -, pero no pertenecían a la casta prusiana, hecho que marcó firmemente su carrera en el ejército y le obligó a una condición inicial de aislamiento dentro de la jerarquía militar. Probablemente era de origen judío (Jodl en holandés significa judio). Participó en la Primera Guerra Mundial y conoció al general Wilhelm Keitel en Flandes. Junto con Keitel fue ascendido a capitán.

Al igual que casi todos los miembros del cuerpo de oficiales, Jodl consideraba que el Tratado de Versalles representaba una humillación intolerable para Alemania, y no se mantuvo indiferente a los encantos del nazismo, que él consideraba la única fuerza capaz de devolver a Alemania su antigua grandeza.

En agosto de 1939, ya como general y comandante de división, fue llamado por Keitel para ocupar el puesto de Jefe del Departamento de Mando y Operaciones en el Alto Mando de la Wehrmatch (OKW). En esta función, Jodl se convirtió en un asesor estratégico para Hitler, y tuvo como tarea específica la de dirigir de manera inteligente y eficaz el desarrollo de los operativos más importantes . Jodl, oficial serio y capaz, tenía no obstante un defecto grave. Creía sinceramente en el "genio militar" de Hitler. Sin embargo, a diferencia de su viejo amigo Keitel, no escatimó severas críticas hacia Hitler y objetó ciertas decisiones del Führer. En una de esas ocasiones, durante la campaña de Rusia - que en realidad marcó el declive final de fortunas en el Tercer Reich y el comienzo de la derrota - Hitler, que no permitía que nadie el contradijese, lo acusó públicamente de insubordinación: Jodl cayó en desgracia y se mantuvo al margen durante aproximadamente un año antes de reconciliarse con Hitler.

En mayo de 1945 se convirtió en Jefe de Gabinete del gobierno Dönitz, de acuerdo con los deseos expresados por el Führer en su testamento político. A las 2:41 del 7 de mayo de 1945, en presencia de oficiales franceses y soviéticos Jodl firmó la declaración de la rendición incondicional de Alemania a la Unión Soviética y a las Fuerzas Aliadas: "Nosotros, los abajo firmantes, en nombre del Alto Mando alemán, entregamos por el presente instrumento, sin condiciones al Mando Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas y, al mismo tiempo, al Alto Mando Soviético todas las fuerzas terrestres, navales y aéreas que hasta el presente estaban bajo control alemán."

Fue detenido por el ejército británico el 23 de mayo de 1945, recluido en el campo de prisioneros de guerra de Flensburg y condenado por el Tribunal de Nuremberg acusado de crímenes de guerra, crímenes contra la paz y crímenes contra la humanidad, siendo ejecutado en la horca el 16 de octubre de 1946.

Las últimas palabras de Alfred Jodl antes de morir ahorcado fueron:
"Te saludo, mi Alemania."

El 28 de febrero de 1953 fue rehabilitado póstumamente por un tribunal alemán, que lo declaró no culpable de crímenes contra el derecho internacional imputados durante el proceso de Nuremberg.